Los primeros Hackers de la historia también pensaban en la era digital. Sun Tzu, General chino (544-496 a. C ), estaba convencido que conociendo a nuestro enemigo, y conociéndonos a nosotros mismos tendríamos la victoria asegurada.
Poco después (s. IV a.C), el comediante griego Aristófanes, visionario de la seguridad en Internet, decía que la desconfianza es la madre de la seguridad. También decía, en la misma línea que Sun Tzu, que los hombres sabios aprenden de sus enemigos.
Todas estas afirmaciones son muy válidas en la era digital en que vivimos.
Los que me habéis leido, o escuchado en alguna ocasión, sabréis que siempre he rechazado el término ciberdelincuente como sinónimo de hacker. Por el contrario siempre he defendido que quien se dedica al Hacking es una persona comprometida con la seguridad y que precisamente trabaja o investiga para hacer realidad la seguridad reportando los fallos o vulnerabilidades que encuentre en su camino. Un hacker no tiene por qué ser un experto informático, también se puede ser hacker desde otros colectivos ajenos a la informática, pero muy ligados a la seguridad en Internet.
Por eso, con mi humilde opinión, siempre os he presentado los viejos Sun Tzu y a Aristófanes como “Los primeros hackers de la historia”, cuyas afirmaciones sobre seguridad han ido perdurando a lo largo del tiempo hasta llegar a nuestros días. Hasta que llegó Internet a nuestras vidas transformándolas en “cibervidas”.
Prueba de esta continuidad de la figura del Hacker hasta nuestros tiempos, y de entender el Hacking, es sin duda la proliferación de congresos de seguridad informática en España que, dando un paso importante para tumbar “muros” y falsos estereotipos sobre el hacking, reúnen a expertos de todos los campos que afectan precisamente a la seguridad, tanto la informática como la seguridad en Internet. Es habitual encontrar, en estos congresos, un público ávido de obtener y compartir nuevos conocimientos relativos a la seguridad digital, información que les llegará de manos de los ponentes, e incluso de los propios asistentes, que no solo son expertos informáticos a nivel nacional e internacional, también son representantes del mundo empresarial, del mundo de la abogacía o judicatura, de los distintos cuerpos policiales, de nuestro ciberejército o tan solo personas autodidactas que han adquirido grandes conocimientos en la materia y que los comparten en estos foros de reunión y aprendizaje.
Congresos como AlbahacaCon, ConectaCon, CONPilar, Hack&Beers, Hackron, HoneyCon, Qurtuba, Navaja Negra, NoConName, MorterueloCon, RootedCon, Sec Admin, Sh3llcon, o iniciativas públicas como Cybercamp del Instituto Nacional de ciberseguridad (INCIBE), van más allá a la hora de compartir y difundir seguridad, tal vez sin darse cuenta, dando continuidad a las “doctrinas” de esos primeros hackers, de Sun Tzu y Aristófanes, llevando precisamente la seguridad a quien más precisa de ella, mostrando los peligros de la red y enseñando a evitarlos a menores, adolescentes y adultos en general, a quienes muestran el camino para el uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías incorporando, en sus congresos, actividades encaminadas a los colectivos más vulnerables en cuanto a la seguridad en la red se refiere. Actividades que se llevan a cabo en paralelo con contenidos básicos comprensibles a público no técnico, y todo sin “edulcorar” la finalidad del propio congreso, que es precisamente el Hacking.
Y es precisamente en esta continuidad, de lo que predicaban los primeros hackers,. donde entran en juego no solo quien os escribe, o iniciativas como X1RedMasSegura, a la que tengo el honor de pertenecer, también entran en juego otras iniciativas que sienten “a fuego” la necesidad de culturizar en digital a personas no técnicas, iniciativas como HoneySec o Hacking Solidario, todas ellas son tenidas en cuenta por las organizaciones de estos congresos de hackers precisamente para, en paralelo sus actividades centrales, llegar también a los más vulnerables.
Sin embargo, a pesar de todo lo que habéis leído hasta este momento, el término hacker siempre ha estado ligado de forma errónea con el de “pirata informático” o “ciberdelincuente” desde “el principio de los tiempos”. “Hackear” es sinónimo de causar un daño, cuando en realidad el verbo debería ser utilizado para “securizar” como pretenden traladar nuevas publicaciones como la revista «One Hacker» del Grupo Atenea, en la que se publican artículos escritos precisamente por estos expertos de seguridad digital con la intención de concienciar al lector en el buen uso de las nuevas tecnologías, y al mismo tiempo informar sobre las novedades en el mundo de la seguridad.
Un ejemplo, de que la definición generalizada del hacking es errónea, es lo que refleja el periodista de investigación Antonio Salas en su último libro “Los hombres que susurran a las máquinas”. Acostumbrado a infiltrarse en ambientes hostiles, en esta ocasión el periodista, lo hace en el mundo de los hackers y la ciberdelincuencia para escribir su nuevo libro con el que pretende mostrar la realidad sobre este colectivo, utilizando la temática del hacking como un recurso literario para dar continuidad a una de sus obras “Diario de un Skin”.
El resultado de su infiltración es que, como el propio Salas ha declarado en diversas entrevistas, “los hackers no son piratas informáticos”, sino apasionados de la tecnología que dedican su vida a buscar vulnerabilidades en los dispositivos electrónicos para advertir a sus fabricantes.
En breve publicaremos, en este Blog, una obligada reseña y análisis personal sobre el libro de Antonio Salas, en el que Hacker y delincuente no son sinónimos, y en el que se menciona, de forma reiterada, a este Blog y todo lo que le rodea. Es de bien nacidos ser agradecidos. 😉
Una vez más, por todo lo que habéis leído en esta entrada, quiero hacer público mi apoyo y admiración a los organizadores e impulsores de todos estos congresos e iniciativas, no solo por lo que hacen, sino más bien por como lo hacen para llegar a tod@s.
Entre las menciones y alusiones seguramente son todos los que están, pero no están todos los que son, y por ello pido disculpas en caso de haber obviado u olvidado alguna persona, congreso y/o iniciativa que se sienta identificada con el mensaje de la entrada.
Lo que está claro es que, como ya nos decía hace 2.500 años, si conocemos a nuestro enemigo, y conocemos nuestras posibilidades podremos estar más seguros en Internet. Sin embargo sigo estando convencido, y creo que lo estarán cada una de las personas y organizaciones que se han citado en esta entrada que en Internet…
Nosotros somos nuestra mayor vulnerabilidad pero también somos nuestro mejor antivirus.
Nos vemos en la Red
X1RedMasSegura