Las redes Sociales son un maravilloso invento y forma de comunicación, muchos pretenden criminalizarlas pero el peligro radica en su mal uso, por lo que debemos respetar unas normas básicas de seguridad para disfrutar de forma segurade estas populares vías de comunicación.
Los inicios de internet se caracterizaban, en muchos casos, por lo antisociales que resultaban los que “virtualizaban” sus vidas, sin embargo hoy en día nadie imagina una “cibervida” sin socialización.
Las redes sociales han pasado a formar parte de nuestras vidas como algo cotidiano, como algo necesario para nuestra vida social. Quien no tiene perfil en redes sociales se le considera un “bicho raro” un antisocial.
Redes Sociales (III): Angeles o Demonios, buenas o malas, se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana como internautas, poco a poco las redes sociales se han ido introduciendo en nuestras vidas hasta el punto de llegar a ser, para muchos de nosotros, el motivo por el que nos conectamos a internet, especialmente para los más jóvenes que las convierten en su única forma de comunicación.
En redes sociales contamos toda nuestra vida, hacemos públicas nuestras privacidades que jamás se nos ocurriría contar en nuestra “vida real”, con ello hemos llegado a potenciar la aparición de fenómenos como el “Oversharing: El síndrome de compartir nuestra privacida”,ya tratado en este blog.
Pero esta nueva forma de vida digital, y sobre todo estas erróneas actitudes a la hora de utilizar las nuevas tecnologías, hacen que los usuarios más incautos de redes sociales se vean expuestos a amenazas. Amenazas que llegarán en forma de robo de información o incluso vulnerando su propia seguridad, y todo ello potenciado precisamente por el desconocimiento que genera la falta de aptitud idónea para el uso de las redes sociales.
Los más jóvenes son expertos en “socialización digital”, tienen control total de sus redes sociales favoritas, o eso se piensan, son muy propensos, al igual que los adultos, a compartir demasiada información personal, a publicar comentarios, fotos o videos que pueden hacer peligrar su privacidad y la de su familia, dañar su propia reputación o incluso pueden llegar a convertirse en los “ciberverdugos” de los protagonistas de comentarios dañinos. Acciones que jamás se les ocurriría tener en su vida “real”.
Además de los peligros que podemos sufrir cualquier internauta, los menores y adolescentes son víctimas de actividades peligrosas y maliciosas que se desarrollan en su “cibermundo”. Las redes sociales se convierten en excelentes canales para que un menor pueda ser acosado en el ámbito escolar (ciberbullying), para que un “ciberdepredador” encuentre sus objetivos con el fin de satisfacer sus más oscuros instintos (grooming), o ante un fallo inconsciente de compartir una imagen comprometida llegar a sufrir un duro ataque a la reputación tras perder el control de una fotografía enviada en el seno de una relación de adolescentes que se ha roto (sexting). Ver entrada “Menores en la Red: Los tres Peligros y sus Responsabilidades”
La presencia de los adultos, en el “cibermundo” de los menores, se convertirse en necesario para que se encuentren protegidos en la red. Un menor solo en la red se convierte directamente en un “huérfano digital” No debemos dejarles solos y deben saber que en caso del más mínimo problema siempre podrán contar con el apoyo de un adulto.
Es obvio que los ciberdelincuentes son conocedores de las carencias que la mayoría de los internautas tenemos, saben que no asimilamos que las consecuencias, buenas o malas, que nos llegan gracias a las redes sociales traspasan nuestros dispositivos incluso estando apagados. Y por eso no dudan en “explotar” nuestra mayor vulnerabilidad.
Para ello no dudaran de utilizar las redes sociales para lanzar campañas de SPAM a través de los servicios de mensajería incorporados. Mensajes que, provocando el engaño, se harán pasar por la propia red social o por cualquier otro de los servicios que utilizamos en Internet para robarnos nuestra identidad digital, a través de la utilización de nuestras credenciales de acceso a los distintos servicios de la red (phishing), identidades que no solo de los servicios «virtuales«, también nos rabarán la identidad de nuestros servicios «reales» a través de Internet, como por ejemplo nuestras credenciales bancarias. ¡Y eso duele…! 😉
En otras ocasiones el mensaje recibido será el “contenedor” de cualquier malware controlado por un ciberdelincuente, se valdrá de una de las principales vulnerabilidades humanas para infectarnos, la curiosidad.
¿Quieres ver las imágenes del accidente….?
¿Quieres ver una imagen comprometida de la actriz o actor de moda?
¿Quieres ver lo que hacen tus amigos en Internet?
¡POR SUPUESTO QUE LO VAMOS A QUERER VER!… Y POR SUPUESTO QUE NOS VAMOS A INFECTAR EN EL MOMENTO QUE HAGAMOS CLIC EN ESE ENGAÑOSO ENLACE.
Para evitar todos estas «malas hierbas» de las redes sociales vamos a seguir unas pautas muy básicas que nos facilitaran nuestra «estancia digital«:
- No difundas información personal en tus perfiles de redes sociales (teléfonos, direcciones, etc.)
- Nuestra contraseña debe ser segura y robusta, y no deberemos compartirla ni utilizarla para otros servicios, haciendo única cada contraseña para cada uno de los servicios utilizados.
- Debemos elegir bien la red social donde decidamos estar, temática o general, dando la información que queramos compartir solo con quien realmente queremos compartirla.
- La cuenta de correo que utilicemos para darnos de alta en el perfil de la red social será distinto al correo electrónico que utilicemos normalmente, para que en el caso de verse comprometido no afecte a toda nuestra información en la red.
- Nuestros datos bancarios no serán visibles y evitaremos utilizarlos en redes sociales, para hacer nuestras compras y/o pagos lo haremos a través de medios de pagos seguros y securizados.
- Cuando publiquemos una fotografía o video en nuestra red social deberemos tener en cuenta que posiblemente hemos aceptado previamente, al darnos de alta, la cesión de los derechos de esa información a la propia red social, quien podrá utilizarla sin nuestro permiso.
- La información que compartamos será con nuestros contactos conocidos, entendiendo como contactos los que lo son en nuestra vida real.
- Los contactos que añadamos a nuestro perfil deberán ser conocidos, en caso de no ser de confianza no les daremos el privilegio de acceder a nuestra información personal
- No realizaremos descargas que nos propongan desconocidos ni accederemos a links propuestos por quien no conocemos mediante mensajería privada o general.
- En Internet, como en las redes sociales, no siempre se dice la verdad, no nos creamos todo lo que vemos o todo lo que nos dicen.
Me repito…
“Las redes Sociales son un maravilloso invento y forma de comunicación, el peligro radica en su mal uso, por ello debemos respetar unas normas básicas de seguridad para tener un uso correcto de estas nuevas vías de comunicación”
Y añado…
“al igual que lo haríamos en la vida real.”
Recordemos una vez más que en Internet….
Nosotros somos nuestra mayor vulnerabilidad, pero también somos nuestro mejor antivirus.
Nos vemos en la red…
X1RedMasSegura