Los dispositivos móviles son cada vez más frecuentes en nuestras vidas, poco a poco los Smartphones y las tablets han ido desplazando a los ordenadores portátiles.
Hoy en día es muy común recibir nuestro correo electrónico directamente en “nuestros bolsillos” o realizar cualquier tipo de trámite bancario mientras estamos tomando un café en una terraza gracias a la portabilidad de nuestros dispositivos.
Los ciberdelincuentes lo saben, y buscan la vía para acceder a nuestras “pertenencias digitales” a través de nuestros móviles.