Normalmente cuando hablamos de INseguridad en Internet nos referimos, como usuarios de la Red, al robo de nuestros datos personales. Al robo de nuestros bienes más preciados, nuestra privacidad o nuestras credenciales en cualquier servicio online.
En muchas ocasiones, desgraciadamente, nuestra mayor vulnerabilidad es el exceso de confianza a la hora de abrir un correo electrónico de un desconocido ofreciéndonos “las mil maravillas”, o simplemente la descarga de ese maravilloso programa que hará las delicias de nuestra vida “tecnológica”.
Estás inofensivas acciones quedarán lejos de lo que esperábamos de ellas, y abrirán una puerta. Una puerta que nosotros no cruzaremos, puesto que ya estaremos dentro, es una puerta de entrada para el “ciberdelincuente”. Se habrá apoderado de nuestras contraseñas