Cuando hablamos de cualquier tipo de virus o malware combinado con la palabra “secuestro”, nos viene a la memoria nuestro tan referenciado “Virus Mortadelo”, el conocido virus de la Policía que en alguna de sus “disfraces” ha llegado a “secuestrar” la información que almacenamos en nuestros ordenadores.
Lamentablemente hay otros tipos de malwares, no tan mencionados como el ransomware, pero que son sufridos por la mayoría de los internautas.
Malwares que se convierten en verdaderas pesadillas, normalmente no afectan a nuestros bolsillos, puesto que su misión principal es hacernos imposible la navegación web “invadiendo” nuestra pantalla con incesables y molestos anuncios publicitarios.
Este tipo de malware es conocido con el nombre de ADWARE.
Una vez más, para denominar al “bicho secuestrador”, se ha utilizado lenguaje de Shakespeare. En esta ocasión se denomina, como programa tipo Adware, a cualquier programa que, de forma automática, nos muestra publicidad no solicitada. “’Ad”’ proviene de la palabra inglesa “ADvertisement” (anuncio), y “WARE” de la palabra “softWARE” (programa), siendo ADWARE la contracción de ambas.
La publicidad mostrada puede ser presentada durante la instalación de cualquier programa “de dudosa procedencia” pero la publicidad más molesta es la presentada durante la navegación web.
¿Qué finalidad persiguen los responsables del ADWARE?
La finalidad de los responsables del Adware tiene como única finalidad, como cualquier actividad publicitaria, el ánimo de lucro. En ocasiones de forma “licita” pero en otras…
No siempre es una actividad “maliciosa” por parte de sus responsables. A veces este tipo de publicidad tiene como fin subvencionar económicamente la aplicación descargada, lo cual permite al programador un beneficio económico por su trabajo. Incluso que, gracias a esas publicidades, el producto sea gratuito por el patrocinio de las empresas que aparecen en la publicidad.
En otras ocasiones, cuando nos descargamos un programa, del propio distribuidor oficial, lo que nos descargamos realmente es una versión gratuita de prueba o con limitaciones. Durante el periodo de prueba nos aparecerán publicidades nos aparecerán publicidades para darnos la posibilidad de comprar el producto final. Esta modalidad publicitaria se denomina SHAREWARE, una vez adquirida la versión de pago (licencia del software) desaparece todo tipo de publicidad. Esta opción es aceptada por los usuarios que optan por ver esta publicidad a cambio de utilizar la aplicación sin costo alguno.
Pero lamentablemente estas prácticas no son tan “licitas” como las que hemos explicado en párrafos anteriores. En la mayoría de las ocasiones, cuando nos descargamos un programa de la página no oficial del producto, de redes P2P, o de cualquier otra forma de intercambio de archivos, lo que realmente nos estamos descargando es un programa “tuneado” por ciberdelincuentes.
Los malos, en esta ocasión, distribuyen programas de pago de forma gratuita. El beneficio de los responsables de este “altruismo” llegará de los “clicks” que los usuarios hacemos en esas publicidades. Publicidades que nada tendrán que ver con el producto que hemos descargado. Esta molesta “acción publicitaria” es una forma extraordinaria de llegar al internauta al incrustar este malware en programas lícitos para su distribución ilegal.
Esta práctica de publicidad puede llegar más o menos molesta para el internauta, pero el ciberdelincuentes siempre va más allá. En el momento que encuentra un “filón de oro” con cualquier actividad no va a dudar en exprimirlo al máximo. ¿Por qué se va a conformar con recibir solo el beneficio de un par de “clicks”?
Algunos programas Adware tienen la opción de recopilar información sobre las preferencias de los usuarios, acceden a la información personal del ordenador como puede ser las búsquedas realizadas. Con esta información el Adware muestra publicidad acorde a los gustos del “consumidor”. El Adware se convierte en SPYWARE (Espía).
¿Cuándo la actividad publicitaria se convierte en secuestro del navegador web?
En otras ocasiones, las más molestas y dañinas, cuando nos descargamos un programa “gratuito” lo que estamos haciendo realmente es descargarnos “el cebo” que los ciberdelincuentes han diseñado especialmente para nosotros. Saben que muchas de las descargas huyen del pago del producto oficial, y por ello, preparan los programas más solicitados “a gusto del consumidor”.
Los ciberdelincuentes pondrán a nuestra disposición, y de forma totalmente gratuita, la última versión de nuestro Sistema Operativo, de nuestra solución ofimática o de los antivirus de mayor renombre. Y todo completamente GRATIS. ¿Gratis?…
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Ya vimos, en las entradas sobre los “ROGUES: Los falsos antivirus” o “EL PELIGRO DE LOS DISPOSITIVOS MÓVILES Y LAS APLICACIONES MALICIOSAS” que en Internet tampoco es oro todo lo que reluce. Los ciberdelincuentes subían todo tipo de aplicaciones con el fin de controlar nuestros dispositivos, o simplemente para pedirnos una cantidad económica para subsanar los daños ocasionados por la instalación de los mismos.
Con el Adware, los ciberdelincuentes dan “una vuelta más a la tuerca”, no se conforman con presentarnos un anuncio publicitario. Lo que hacen es infectarnos con un malware cuya finalidad es presentarnos de forma descontrolada e inesperada anuncios.
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Los anuncios se nos presentan en forma de ventanas emergentes (Pop-Ups), que nos aparecerán incluso cuando no nos encontremos navegando. Esta actividad se convierte en una verdadera molestia, pero la acción verdaderamente dañina es cuando redirigen toda nuestra navegación a páginas comerciales haciendo totalmente imposible la navegación. No importa lo que queramos “consumir” en Internet, puesto que queramos o no, siempre terminaremos en su “tienda”.
El Adware, cuando es instalado en el equipo infectado, no modifica el sistema operativo, realmente afecta a los navegadores imposibilitando un normal uso del navegador utilizado por el usuario, incluso aunque utilice más de uno, el Adware lo detectará y lo “infectará”.
Normalmente el Adware no afecta a nuestro dispositivo pero en sus variantes más dañinas afecta notablemente al rendimiento del equipo en cuanto a su conexión a Internet, puesto que utiliza de forma descontrolada, no solo el ancho de banda que tengamos contratados con nuestra compañía proveedora de Internet, también afectará recursos del procesador y de la memoria de nuestro ordenador, Tablet o Smartphone.
¿Mi antivirus me protege del Adware?
Si cuando hablamos de antivirus nos referimos al mejor antivirus del “cibermundo”, que además es gratuito, la respuesta podría ser sí, aunque no de forma rotunda, puesto que utilizando la lógica y sabiendo de las malas artes de los ciberdelincuentes, podremos evitarlo en ciertas ocasiones.
“La mayoría de antivirus disponen de módulos que detectan y eliminan este tipo de malware. En caso de que por cualquier motivo hayamos sido infectados, su eliminación es posible, dependiendo del tipo de Adware, siguiendo determinados pasos. No siendo necesario tomar medidas drásticas como es el formateo del equipo”
He sido infectado con un Adware ¿Cómo lo elimino de mi dispositivo?
Si nuestras defensas han fallado, y observamos que nuestro dispositivo nos muestra ventanas emergentes, incluso sin estar navegando, estaremos en posición de asegurar que un malware del tipo Adware nos ha secuestrado nuestro navegador.
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No debemos llegar al extremo la solución formateando el dispositivo, como nos indica Josep Albors. Simplemente deberemos hacer unas comprobaciones.
- Deberemos comprobar nuestra lista de favoritos, posiblemente encontremos alguna página web, entre nuestros marcadores, que no debiera estar incluida entre nuestras preferencias.
- Deberemos limpiar nuestros navegadores de complementos y extensiones innecesarios y que han sido agregados tras la instalación de un programa “gratuito”.
- Deberemos prestar especial atención a los programas que descarguemos de forma “gratuita”, ya hemos dicho que “no todo lo que reluce es oro en la red”, y también podríamos recordar el dicho de “lo barato, a veces, es doblemente caro”.
- Siempre que instalemos un programa de descarga leeremos los acuerdos, obviando los que nos obliguen a la instalación de barras de navegador o cualquier “añadido” que perjudique nuestra seguridad o privacidad.
Todos estos consejos, tanto de prevención como de limpieza del Adware están perfectamente detallados en la entrada 9 Consejos para eliminar el adware de nuestro ordenador del blog Laboratorio de Ontinet.
De lo que no deberemos dudar nunca es que…
En Internet nosotros somos nuestra mayor vulnerabilidad, pero también nuestro mejor antivirus.
Nos vemos en la red…
Muy buen artículo, yo antes (hace muchos años) utilizaba el programa Ad-Aware y el SpyBoot S&D, con estos dos programas eliminabas casi todo.